“Salvador Seguí: escrits”. Recull a cura d’Isidre Molas. Pàg 53-54. Ed.62, 1975.
“En Cataluña, los elementos reaccionarios del catalanismo, a menudo levantan la bandera de las reivindicaciones catalanas, en un sentido nacionalista. Y cuando más ruido hacen es en los momentos en los que se produce un hecho social de resonancia, talmente como si buscaran la intervención de las autoridades del Estado español para combatir a los trabajadores catalanes.
Nosotros, lo digo aquí en Madrid, y si conviene también en Barcelona, somos y seremos contrarios a estos señores que pretenden monopolizar la política catalana, no para lograr la libertad de Cataluña, sino para poder defender mejor sus intereses de clase y siempre atentas a malograr las reivindicaciones del proletariado catalán.
Y yo os puedo asegurar que estos reaccionarios que se autodenominan catalanistas lo que más temen es el recrudecimiento nacionalista de Cataluña, en el supuesto de que Cataluña no fuera sometida. Y cómo que saben que Cataluña no es un pueblo insensible, ni siquiera intentan desatar la política catalana de la española.
En cambio, nosotros, los trabajadores, como sea que con una Cataluña independiente no perderíamos nada, más bien el contrario, ganariamos mucho, la independencia de nuestra tierra no nos da miedo.
Estad seguros, amigos madrileños que me escucháis, que si algún día se habla seriamente de independizar Cataluña del Estado español, los primeros y quizás los únicos que se opondrían a la libertad nacional de Cataluña, serían los capitalistas de la Liga Regionalista y del Fomento del Trabajo Nacional.
Aun así hay muchas pruebas que confirman mi razonamiento. Proclaman su catalanismo en discursos y artículos periodísticos cuando están en Barcelona. Pero si piensan que se encuentran en peligro los intereses particulares de bienestar de su clase, enloquecidos y deprisa y corriendo van hacia Madrid, para ofrecer sus servicios a la Monarquía centralista, y más de una vez los habréis podido ver vistiendo el sayo de ministro.
Aun así hay muchas pruebas que confirman mi razonamiento. Proclaman su catalanismo en discursos y artículos periodísticos cuando están en Barcelona. Pero si piensan que se encuentran en peligro los intereses particulares de bienestar de su clase, enloquecidos y deprisa y corriendo van hacia Madrid, para ofrecer sus servicios a la Monarquía centralista, y más de una vez los habréis podido ver vistiendo el sayo de ministro.
¿Es, acaso, con la colaboración ministerial cómo es pueden afianzar las aspiraciones de libertad nacional de Cataluña, sometida a una monarquía centralista y enemiga de la emancipación del pueblos hispánicos?
Por suerte la Cataluña vejada e injuriada, privada de su libertad nacional, conoce bien sus detractores y sabe de qué lado están sus verdaderos amigos y defensores.
Una Cataluña, liberada del Estado español os aseguro, amigos madrileños, que sería una Cataluña amiga de todos los pueblos de la Península Hispánica y sospecho que quienes ahora pretenden presentarse como los adalides del catalanismo, temen una entente fraternal y duradera con las otras nacionalidades peninsulares. Por lo tanto es falsa la catalanidad de quienes dirigen la Liga Regionalista. Y es que esta gente antepone sus intereses de clase, es decir los intereses del capitalismo, a todo interés o ideología.
Estoy tan seguro de lo que digo, que sin pecar de exagerado, puedo aseguraros que si algún día Cataluña conquista su libertad nacional, los primeros, si no los únicos, que le pondrán trabas, serán los hombres de la Liga Regionalista, porque en Cataluña cómo por todas partes, el capitalismo está carecido de ideología”
Salvador Seguí va morir assassinat d'un tret el 10 de març de 1923 al carrer de la Cadena (actual Rambla del Raval), cantonada carrer de Sant Rafael, en el barri del Raval de Barcelona, a mans de pistolers blancs del Sindicat Lliure de la patronal catalana, sota protecció del governador civil de Barcelona Martínez Anido, agrupada al voltant de la Lliga Regionalista (Wikipedia)
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